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No saben leer el pensamiento - En general, los peluqueros tienden a cortar más de la cuenta. Siguen un padrón técnico que es ideal para el cabello. Para conseguir el corte que quieres, debes ser lo más específico posible.

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Un centímetro es relativo - Expresiones como 'cortar las puntas' o 'dos dedos' pueden confundir al peluquero porque cada profesional tiene su forma de cortar. Además, los 'dos dedos' dependen de cada persona.

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Sé específico - Muestra al profesional exactamente cómo quieres que quede el cabello, aunque para eso sea necesario mostrar fotografías. Muchas veces, algunos cortes no son posibles para nuestro tipo de cabello concreto, pero lo intentarán dejar lo más parecido posible.

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Citas - El peor momento para marcar una cita con el peluquero es el sábado, ya que es cuando más clientes tienen. El viernes tampoco es el mejor día porque es fin de semana, el peluquero estará cansado y el corte puede quedar algo peor.

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Enfados - Una de las cosas que más irritan a los profesionales es que los clientes estén con el celular. Eso puede desconcentrar a los profesionales e incluso dificultar su trabajo.

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Celular - Hablar por teléfono, conversar con amigos y mover constantemente la cabeza también irrita bastante a estos profesionales.

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Retrasos - Tampoco les gusta que los clientes lleguen con retraso porque eso puede perjudicar su agenda e incluso obligarle a salir más tarde del trabajo.

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Bebés y mascotas - Todo lo que pueda distraer al cliente puede ser perjudicial también para el peluquero. Los profesionales del salón lo hacen lo mejor que pueden para ser amables, pero los niños y las mascotas pueden dificultar su trabajo.

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El resultado final - Otra cosa que suele irritar a los profesionales es mover el cabello antes del resultado final. Para ellos, ese proceso puede cambiar el resultado final.

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Cortar cada tres meses - Estos profesionales muchas veces difunden el mito de que se aconseja cortar el cabello cada tres meses. Claro que esto no se debe tomar al pie de la letra, ya que cada caso es diferente y cada persona tiene un tipo de cabello diferente.

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Productos farmacéuticos - Cada profesional barre para su casa y los peluqueros dirán que los productos farmacéuticos no son los recomendados para ti. ¿Para qué? Para hacerte comprar los productos más caros de la peluquería.

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Recomendaciones - Como cualquier profesional, a los peluqueros también les gusta que reconozcan su trabajo. Si recomiendas tu peluquero a tus amigos, ellos lo apreciarán.

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Propinas y gratitud - De la misma forma, las propinas también son bienvenidas y los peluqueros lo aprecian. Es una prueba de que su trabajo es reconocido.

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¿Lavar estropea? - Seguro que ya has oído decir que es malo lavar todos los días el cabello. Sin embargo, esto no es bien así, siempre que uses un buen champú y un buen acondicionador.

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Cepillar el cabello varias veces - Se dice que pasar el cepillo 100 veces antes de dormir ayuda a hidratar el cabello. Lo cierto es que el cabello fino y enredado ganará más volumen.

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Cabello corto - Existe el mito de que las mujeres con el cabello fino deben apostar por estilos cortes, pero cada caso es un caso y las cosas no son siempre lineares. El corte debe escogerse por la forma del rostro de cada persona.

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Color de la celebridad - Aunque le enseñes una foto del color del cabello de una celebridad a la peluquera, nunca quedará igual. El profesional puede decir que va a quedar parecido, pero en realidad la estructura de cada cabello es diferente y conseguir el color exacto es extremadamente difícil.

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Conversas - La charla con los peluqueros es casi una parte del menú, pero no todos tienen predisposición a escuchar las penas de todo el mundo.

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Productos de belleza - A los peluqueros no les gusta usar los productos de los clientes. Si algo sale mal, la culpa es del profesional.

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Almacenamiento de los productos - Si compras los productos en salones de belleza y los guardas en el cuarto de baño, los cosméticos pueden estropearse rápidamente debido al aire caliente y a la humedad. Las cremas para la cara y los productos más utilizados deben, según BrightSide, guardarse en el frigorífico.

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Manicura - Al igual que los peluqueros, los profesionales de la manicura también adoptan patrones técnicos. Su trabajo no se valora mucho porque muchos clientes se hacen las uñas en casa. En el salón, estos clientes son muy exigentes y acaban dificultando el trabajo del profesional.

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Manicure - Por ejemplo, a las profesionales de la manicura no les gustan los clientes indecisos que piden que les cambien el color o que borren el producto ya aplicado.

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Manicura - Los profesionales también se enfadan cuando el cliente mira el trabajo y pone cara de desaprobación o intenta enseñarle a limar una uña.

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Masaje facial - El esteticista danés Ole Henriksen recomienda el masaje de drenaje linfático contra las ojeras. Este procedimiento estimula el flujo linfático, la piel se pone más suave  y las bolsas desaparecen.

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Esfoliar la piel - Algunos dermatólogos recomiendan la exfoliación de la piel para regenerar e hidratar. Sin embargo, algunos productos antiacné pueden resecar la piel y aumentar la inflamación. Así, según BrightSide, lo mejor es exfoliar con ácido láctico o más caras de arcilla.

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Esponjas en el rostro - No se aconseja el uso de esponjas o similares en el rostro, sobre todo, si tienes acné. Según BrightSide, esto puede provocar inflamaciones o rojeces.

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Maquillaje -

Aunque el profesional no te lo diga, pregunta cómo quitarte el maquillaje. Dormir con los productos en la cara puede ser perjudicial para la piel. Se recomienda que te laves siempre la cara antes de dormir.

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Cubitos de hielo - Según la Dra. Ava Shamban, una dermatóloga de California, frotarse la cara con cubitos de hielo durante unos segundos puede evitar las señales de cansancio y estimular la circulación.

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