Consejos para reducir tu apetito en el día a día - ¿Sientes un hambre incontrolable tras las comidas? Esto puede parecerte normal, pero si es algo permanente quizás signifique algo más. ¿Quizás malos hábitos alimenticios?

Para sentirte satisfecho no hace falta un gran esfuerzo. ¿Qué tal comenzando por controlar tus emociones y beber más agua?

¡Descubre en esta galería algunos consejos para sentir menos habre y estar satisfecho a lo largo del día!

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Bebe agua - Es muy importante manternerse hidratado a lo largo del día, pues es vital para mantener el buen funcionamiento del organismo. Las señales de sed y de hambre son muy parecidas y puedes confundirlas.

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Dormir bien - Las noches sin dormir bien aumentan los niveles de grelina, lo que hace que sintamos más hambre. Además, se reducen los niveles de leptina, la hormona responssable por sentirte saciado.

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Evita el azúcar - El azúcar puede crear picos de glucemia y luego bajarlos, de forma que sientas mucha hambre repentina.

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Controla tus emociones - Controlar tus pensamientos y emociones es algo esencial para distraer el hambre emocional. Muchas veces, nuestra hambre está directamente relacionada con la ansiedad, la tristeza o la frustración.

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Relájate - El estrés desencadena la producción de adrenalina y cortisol, hormonas responsables del aumento del apetito.

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Controla la ansiedad - La ansiedad puede ser el peor enemigo de la pérdida de peso, dietas y control del apetito.

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Actividad física - Los ejercicios físicos liberan endorfinas que ayudan a sentirte relajado y también a controlar el apetito.

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Comprométete - Es importante mantenerte motivado y comprometerte contigo mismo y con tu meta, además de con tu nutricionista.

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Hábitos saludables - Tener buenos hábitos alimenticios es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Así, podremos evitar la sensación de hambre descontrolada.

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Proteínas y grasas saludables - Si no comes la cantidad de proteínas y grasas saludables suficientes o te saltas comidas, harás que tu estómago necesite más y más comida.

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Bebidas alcohólicas - El consumo excesivo de alcohol hace que tu organismo se deshidrate. Al deshidratarse, tendrás que reponer los nutrientes en forma de comida.

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Come despacio - Comer muy rápido hace que el cerebro no identifique las señales de saciedad.

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Comer más veces - No es una cuestión de comer más, sino de hacerlo más veces durante el día (lo ideal son 5). Eso sí, se necesita mucho equilibrio entre las comidas.

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Desayuno - La primera comida es la más importante y debe mantenerte saciado durante muchas horas. Tómate tu desayuno con tiempo, no lo hagas con prisas ni corriendo al trabajo.

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Desayuno - En el desayuno, come proteínas, grasas saludables y carbohidratos. Así, evitarás picos de insulina en sangre y tendrás mucha energía para el inicio del día.

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Come más fibras - Las fibras son muy importantes, pues te dejarán sensación de saciedad y te darán energía.

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Fibras - Lo ideal es consumir 20g de fruta por día, lo que equivale a dos pedazos de fruta, y dos porciones de legumbres, arroz, pan o pasta.

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Vegetales - Los vegetales como el brócolis o la coliflor son geniales para evitar el hambre, pues son ricos en fibras y pobres en calorías. Te darán una sensación de saciedad durante más tiempo.

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Alimentos integrales - Los alimentos integrales (como el arroz o el pan integral) tardan más tiempos en ser digeridos, lo que proporciona una mayor sensación de saciedad, que dura más tiempo.

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Té verde - Este té ayuda a evitar una sensación de hambre constante, además de quemar grasas.

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Té verde - Si lo tomas caliente, el estómago se saciará. Si lo tomas frío, te ayudará a hidratarte.

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Alimentos con volumen - Come alimentos con volumen y proteínas como vegetales crudos crujientes, fruta fresca o gelatinas sin azúcar.

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Canela - Esta especia ayuda a estabilizar y equilibrar el apetito.

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Comida caliente - Los alimentos calientes transmiten una gran sensación de confort gástrico. El organismo asocia esto a la saciedad.

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Platos pequeños - Comer en un plato pequeño lleno te hará sentir más confortable al final de las comidas, mucho más que si comieses de un plato más grande pero semivacío.

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Sopa - Comenzar las comidas con una sopa ayuda a reducir el apetito.

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Cepillarse los dientes - Muchas personas no sienten necesidad de comer tras cepillarse los dientes o hacer gárgaras.

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Café - El café, en pequeñas cantidades y entre comidas, puede ayudarnos a perder el apetito y aportarnos una sensación de saciedad.

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Ensalada - Comer un plato de ensalada antes de las comidas nos ayudará, pues sus hojas son saciantes y reducen el apetito.

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