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Plátanos - Si quieres comerlos de inmediato, debes optar por los que tienen ya la cáscara muy amarilla. Pero si quieres que te duren más tiempo, hazte con los que están aún un poco verdes y aún deben madurar.

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Pepinos - Según Kitchn, los buenos tienen que ser verdes uniforme y tener poco tono amarillo.

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Higos - Debes seleccionar los que estén más blanditos, rellenos y con el tallo intacto. Las marcas normalmente no influyen en la calidad de esta fruta; pero sí debes evitar los muy secos o rajados.

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Piñas - Elige las que tengan un olor más dulce cerca del ramo y pesen más, indiferentemente de su tamaño. Con las que tengan hojas secas o puntitos muy repartidos por su cáscara, ni te arriesgues.

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Melones - Llévate a casa los que tengan un color más dorado o amarillo, eso indicará que no están muy verdes. ¡Pero cuidado, no compres los que estén demasiado blandos!

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Granadas - Elige las que pesen más, aunque sean pequeñitas. No deben estar rotas, porque eso significa que tendrán demasiadas pepitas. Asegúrate, además, de que no tienen moho.

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Caquis - Tienen que ser más naranjas o rojizas. La especie Fuyu debe estar más durita, pero sin pasarse. Los del tipo Hachiya pueden estar más blandos y a temperatura ambiente duran entre una y dos semanas.

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Fresas - Elige los ejemplares que tienen un aroma agradable y ya están bien rojitos, sin puntos amarillos o verdes. Deben brillar mucho y tener su ramita encima. Si las compras en cajas, asegúrate de que en el fondo no hay ninguna estropeada.

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Cerezas - También el brillo influye en ellas, pero siempre con un tono más oscuro. Las que mantienen su tallo intacto duran más...

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Berenjenas - Opta por las que tienen la cáscara lisa y naturalmente brillante. Las pequeñas tienen menos semillas, pero también pueden ser menos amargas.

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Brócoli - Deben tener sus tallos duros y con las hojas muy verdes. Evita los que tienen un tono amarillo.

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Melocotones - Compra los que tengan más olor, un color vivo y tengan el menos verde posible. Deben ser duritos pero sin pasarse...

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Ajos - Los que mejor resultado te darán, serán los que estén gorditos y enteros perfectamente. Aquellos con puntos verdes o ya blandos no te durarán nada.

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Mangos - Los realmente buenos están más blandos al tacto y tienen más olor junto a su tallo.

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Pomelos - ¡Los que tengan cáscara fina y lisa! Los mejores pesan más y son más duritos, no debes preocuparte con el color.

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Arándanos - Lleva a casa los que estén más enteros y secos. En cuanto al color, opta por los tonos más azules, evitando así los rojizos o verdes. Si los compras en cajas, asegúrate de que no hay ninguno ya estropeado al fondo.

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Manzanas - Las mejores tienen un gran brillo natural, pesan independientemente del tamaño y no están blandas.

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Naranjas - Deben estar firmes y tener la cáscara lo más lisa posible. No te preocupes con el color.

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Aguacates - Elige los más blanditos (o duros si quieres que te duren más tiempo), pero no los que estén rajados o demasiado aplastados.

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Cebollas - De todo tipo, pero siempre las que estén más secas y pesen más para el tamaño que tienen. Evita las que poseen brotes verdes o partes reblandecidas.

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Peras - Según Kitchn, las peras suelen recogerse antes de madurar, sin embargo tú debes comprarlas ya algo blanditas por debajo del tallo. Déjalas madurar más a temperatura ambiente.

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Lechuga y espinacas - Elige siempre las que tengan hojas verdes y brillantes. ¡Ni una sola estropeada, sino el resto también lo hará y rápidamente!

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Ciruelas - Opta por las que tengan un color vivo, sean brillantes y estén duritas (sin exagerar). Si tienen un leve tono gris o blanco, es normal.

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Sandías - Opta por las unidades duras y que, al golpear ligeramente con la mano, suenen huecas. Cuando están muy maduras, las sandías tienen una mancha amarilla en la zona que estuvo en contacto con el suelo.

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Albaricoques - Tienen que oler super bien, estar blanditos pero no demasiado. ¡Es una fruta de lo más rico que existe!

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Uvas - Las buenas son gorditas y firmes. Los racimos deben ser amplios y estar agarrados al tallo sin problemas. ¡Que no tengan manchas castañas!

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Membrillos - Los más ricos deben estar duros y tener una cáscara doradita.

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Limones - Elige las unidades con más olor y firmeza. Evita los que parezcan pasados o no tengan un color tan vivo.

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Kiwi -

Debes comprar los que, cuando los presiones, estén blanditos al tacto. Eso significa que están listos para comer y no hay que esperar ni están ya pasados.

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Nota: Galería basada en la información de Kitchn.

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