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Hongos - La Women’s Health señala que los champiñones están asociados científicamente a un fuerte impulso del sistema inmunitario porque activan las células que combaten la inflamación.

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Cereales integrales - Si aún no lo haces, empieza a tomar de este tipo. Ayudan al organismo a protegerse de potenciales agresiones externas.

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Reducir el estrés - Para ello debes fortalecer el sistema inmunitario. El estrés puede alterar el estado de ánimo completamente, además de causar depresión y ansiedad que afectan directamente a nuestra inmunidad. Puede incluso dañar la resistencia y aumentar la probabilidad de contraer o desarrollar algunas enfermedades.

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Escuchar música - Esta costumbre sencilla puede ser una forma estupenda de bajar los niveles de cortisol y mejorar la salud para tener un sistema inmunitario mejor.

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Meditación - Otra gran forma de disminuir el estrés es meditar cada día de tu vida.

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Baño frío -

Terminar tu ducha con un chorro bien frío ayuda a resistir contra la gripe.

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Naturaleza - Pasar más tiempo junto a la naturaleza ayuda a respirar un aire más puro y mantener la mente "libre". Sin duda, hará que tu sistema inmunitario mejore.

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Ejercicio físico - Hacer deporte regularmente beneficia directamente al sistema inmunitario y ayuda a reducir la caída de la función inmune relacionada con la edad.

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Vitamina C - Es el nutriente más importante para nuestro cuerpo: aumenta la producción de células que combaten las infecciones en la sangre y reduce el riesgo de contraer virus.

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Vitamina E - Estimula la producción de células que combaten los gérmenes, las bacterias y el cáncer, además de proteger el cuerpo de los contaminantes ambientales.

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Carotenoides - Ricos en betacaroteno. Están en alimentos como el dátil, el melocotón, la sandía, el maíz, el nabo, la col, patata, calabaza, remolacha, el brócoli y los espárragos. Todos ellos contienen antioxidantes que ayudan a reparar las células dañadas por radicales libres.

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Selenio - Se encuentra en atún, carnes, cereales integrales, nueces... La fibra de estos alimentos ayuda al cuerpo a deshacerse de toxinas a través del hígado fortaleciendo así el sistema inmunitario.

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Zinc - Lo puedes encontrar en productos lácteos, frutos secos, marisco, carnes rojas, habas y cereales integrales. El zinc es superimportante para mejorar la función de las células T, vitales en la identificación de antígenos que informan al sistema sobre la presencia de invasores nocivos.

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Sushi y sashimi - El sushi, cuando el protagonista es el salmón, resulta antiinflamatorio y rico en carotenoides.

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No tomes demasiado sol -

Es importante que el sol te nutra con vitamina D, pero si tomamos demasiado, además de causar envejecimiento de la piel también puede contribuir a que desarrollemos cáncer o debilitemos nuestro sistema inmunitario.

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Vitamina A - Además de fortalecer el sistema inmunitario, esta vitamina ayuda a conservar los dientes, la piel, los tejidos blandos y los huesos. ¡Hasta estimula una mejor visión!

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Dormir bien - El descanso es vital para el cuerpo y la mente. Debes dormir entre 6 y 8 horas, así tu cuerpo producirá las células adecuadas durante el reposo.

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Nada de bebidas alcohólicas - El alcohol contiene metabolitos denominados aldehídos, que dañan el organismo y lo hacen más vulnerable ante las enfermedades.

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Corta por lo sano - El tabaco tiene un efecto semejante al alcohol, pues afecta al sistema de defensa y predispone al cuerpo a sufrir enfermedades respiratorias (neumonía o bronquitis, por ejemplo).

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Ríete más - Muchos estudios relacionan la risa al sistema inmunitario por aumentar los anticuerpos.

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Frutos rojos - Arándanos, frambuesa, mora o cerezas son algunos de los alimentos más ricos en antioxidantes que deben entrar en tu dieta.

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Coco (fruta y aceite) - Auténticas fuentes de ácido láurico, un tipo de grasa que se convierte en monolaurina en el intestino y tiene propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas.

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Ajo - Cuando se consume crudo, tiene acción antimicrobios y es uno de los mejores alimentos que existen para fortalecer el sistema inmunitario.

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Chocolate negro y vino tinto - En pequeñas dosis, esta pareja contiene los antioxidantes necesarios para reducir las inflamaciones.

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Jengibre y azafrán - Grandes aliados en su acción antiinflamatoria.

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Vida sexual - Según un estudio de la Wilkes University, Estados Unidos, los estudiantes más activos sexualmente de los 111 entrevistados tenían concentraciones mayores de imnoglobulina en la saliva.

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Té - Un estudio divulgado por la Proceedings of the National Academy of Sciences demostró que algunas sustancias encontradas en el té pueden mejorar la respuesta inmune contra las infecciones.

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Ponle coto al café - Es importante limitar su consumo, pues la acidez de esta bebida puede dificultar la absorción de nutrientes en el intestino.

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